viernes, 14 de septiembre de 2012

Antiguos hornos de cal


por Melchor Padilla


En una antigua imagen coloreada de Santa Cruz que tomó el fotógrafo noruego Carl Norman en 1893 podemos apreciar una vista de la bahía de la ciudad en la que se observan en primer plano unos extraños edificios cónicos que estaban situados en la margen izquierda del barranco de La Alegría. Se trata de uno de los exponentes de una de las actividades industriales de más arraigo en las islas: las caleras u hornos de cal.

Esta industria se inició en la etapa de colonización de las Islas y se mantuvo en constante crecimiento hasta fechas relativamente recientes, en que dejaron de funcionar por la aparición de la industria cementera. Los hornos, que se distribuían por toda la geografía regional, elaboraban cal y yeso, tan importantes para el transcurrir diario del archipiélago. En la construcción, la cal se mezclaba con arena y agua para hacer el mortero y también, disuelta en agua como lechada de cal, se usaba para enjalbegar los muros. Asimismo era fundamental para impermeabilizar charcas y aljibes. En la higiene y la medicina servía como desinfectante en enfermedades contagiosas, para prevenir la putrefacción de aguas estancadas e, incluso, para la prevención de infecciones en los enterramientos.

La cal se obtenía mediante un proceso de calcinación de piedras de carbonato cálcico, denominadas caliche, que se importaban de las islas en las que más abunda este material: Gran Canaria y Fuerteventura. Desde allí era transportada por vía marítima a las restantes del archipiélago, lo que explica que la mayor parte de los hornos se encuentren cerca de la costa; además, debido al peligro inherente al manejo de cal viva, se prefería exportar la materia prima

Eran construcciones muy sencillas. Exteriormente tenían una forma troncocónica y su interior se componía de dos partes diferenciadas: la superior, que era la cuba de carga donde se colocaban las piedras que debían quemarse, y la inferior u hornilla, separadas por unas parrillas que descansaban en un puente de hierro por su parte delantera y quedaban empotradas en la parte trasera de la obra o bien sobre resaltes de la misma. Una puerta de acceso situada en la parte inferior del horno servía para prender fuego al hogar y extraer el producto una vez calcinado

El proceso era como sigue: la cuba se cargaba de capas alternadas de caliche y carbón. Se prendía fuego por la puerta inferior y el calor -más de 900 grados- tardaba en llegar a la parte superior del horno cinco o seis días, momento en que la cal bajaba a través de las parrillas móviles hasta la hornilla por la acción manual. 

En la actualidad quedan en nuestra isla algunos bellos exponentes de esta actividad industrial, pues en los últimos años se ha producido un proceso de restauración de hornos existentes en algunas zonas de la isla de Tenerife. El mayor de todos ellos (en la imagen de la derecha) se encuentra en el suroeste de la isla, en Playa de San Juan, en Guía de Isora, al final del paseo que bordea la playa. Se trata de una estructura fabricada en piedra tosca, de una altura considerable, lo que permitía una gran producción de cal. Cerca de allí y sin restaurar se encuentra el horno de El Varadero, por Playa de Alcalá. En el mismo sur existen las ruinas de otro molino en Montaña Bocinegro, cerca de El Médano y otro ha sido incluido en la declaración como Bien de Interés Cultural de la Zona Paleontológica de Punta Negra, situada cerca de Las Galletas, en el término municipal de Arona.

En el norte de la isla encontramos dos lugares en los que, gracias a la restauración mencionada, se han conservado interesantes ejemplares de hornos de cal. El primero es el que se encuentra en el municipio de Los Silos, en la urbanización de La Sibora, en la zona de El Puertito. Se trata de un conjunto de dos hornos adosados (uno mayor que el otro) que, sobre una base cuadrada, levantan un segundo cuerpo circular y escalonado. Una fecha grabada en una de las bocas de descarga nos informa de que por lo menos el mayor de ellos data de 1931. Junto a los hornos hay un aljibe de agua que era necesaria para el apagado de la cal.

Pero sin duda el conjunto más espectacular se encuentra en el municipio del Puerto de la Cruz en la zona conocida como Las Cabezas (en la imagen de la izquierda). Se trata de un grupo de tres hornos, dos mayores y uno más pequeño que producía el yeso, todos ellos de factura muy similar a la que veíamos en los de Santa Cruz. Junto a estas construcciones también se encuentran dependencias auxiliares, como las tanquillas de agua, el cuarto del carbón -traído por veleros ingleses desde Gran Canaria y que sustituyó a la madera de brezo- o el cuarto de la calera, donde se conservaba la cal cocida para ser vendida al público.

Los hornos de cal dejaron de funcionar entre finales de la década de 1950 y los primeros años de la siguiente debido a la creación de fábricas de cemento en cada una de las dos islas capitalinas.En la actualidad, pese a lo que hemos comentado de la restauración, quedan pendientes algunos aspectos que indican cierta desidia por parte de las autoridades. De los tres casos que hemos citado, en Playa de San Juan y en el Puerto de la Cruz hemos detectado ciertas señales de abandono como son pintadas, basuras, roturas de los elementos de iluminación, etc. Sería importante que nuestras autoridades no solo restauraran, acción loable por otra parte, sino que una vez realizadas las obras adjudicaran presupuestos para conservación y mantenimiento.

UNA DUDA SIN RESOLVER ¿HUBO HORNOS DE CAL EN LA LAGUNA? 

En esta fotografía de La Laguna, en la que vemos desde la Plaza de la Junta Suprema hasta comienzos del Camino Largo, aparecen cerca de la que hoy es la esquina entre Cabrera Pinto, Lucas Vega y Camino Largo unas estructuras cónicas que parecen caleras 
¿Alguien puede aclarar este asunto?


4 comentarios:

  1. Magnifica y detallada exposición sobre los hornos de cal , sigue en esa linea amigo Rafa, que siempre aprendemos algo nuevo !!!

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  2. Recuero de uno que había en el camino de la Hornera subiendo a la derecha casi en la parte baja del camino, tenia como 6 o 7 metros.

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  3. Un saludo Sr Padilla, estoy interesado en contactar con usted, a través del correo electrónico.
    Mi nombre es Jose Angel Hdez trabajo en El Alfar Canarias. Guamasa.
    Muy interesante su blog sobre arqueología industrial. Estoy trabajando sobre el tema en la zona de la antigua Calle Fagundo o El Peral (Hoy Cabrera Pinto) y la zona de C/ de las Cruces (Hoy Quintin Benito). Todo el entorno de la Vera de La Laguna, entre la Ciudad y la Dehesa.
    La Foto que usted pone de las estructuras en la Calle Fagundo, tengo otra mas amplia, que recoge el Castillo del Camino Largo. Que fue construido en 1912. Por lo cual estas estructuras que son Hornos estuvieron al menos hasta este año. Estos hornos, cabe la posibilidad que fueran tanto de Cal por su forma, y también de ladrillos y cerámica.Un saludo y espero contactar con usted.
    Mi correo es elalfar@telefonica.net

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